Ya están aquí los primeros guíscanos.
Como todos los años, después del verano y si ha llovido algo en agosto como dicen aquí, se avecina una buena temporada de guíscanos.
Este año hemos organizado un fin de semana con charlas, salidas al monte, identificación y menú a base de setas. Será del 30 de octubre al 1 de noviembre.
El buscar guíscanos tiene varias satisfacciones, pasear por el monte lentamente sin prisas y apreciando todo lo que hay en el terreno, las hojas caídas, el olor de las plantas, el silencio y toda la belleza que encierra el campo, y luego, la búsqueda de estos manjares escondidos entre los arbustos y los pinos que al encontrarlos sentimos una alegría gratificante por la cual ha merecido la pena el esfuerzo.
Algunos consejos:
Recoger sólo las setas que se conocen PERFECTAMENTE y sean comestibles, dejaremos en el monte las que no conozcamos, todas juegan un papel vital en la naturaleza.
Solo recolectar los ejemplares maduros, dejando en el monte los jóvenes porque hay que dejarlos crecer y lo suficientemente viejos porque han perdido propiedades nutritivas y además hacen su función de esporar.
Coger la cantidad que vayamos a consumir.
No rastrillar el suelo, dejaremos al aire y destrozaremos el micelio.
Llevar siempre una cesta, no usamos bolsas de plástico ni cubos.
Dejar el monte tal y como lo hemos encontrado, mejor si es posible, los buenos seteros suelen volver con algo más que setas en la cesta (algún papel, alguna lata).
Buena suerte.
Como todos los años, después del verano y si ha llovido algo en agosto como dicen aquí, se avecina una buena temporada de guíscanos.
Este año hemos organizado un fin de semana con charlas, salidas al monte, identificación y menú a base de setas. Será del 30 de octubre al 1 de noviembre.
El buscar guíscanos tiene varias satisfacciones, pasear por el monte lentamente sin prisas y apreciando todo lo que hay en el terreno, las hojas caídas, el olor de las plantas, el silencio y toda la belleza que encierra el campo, y luego, la búsqueda de estos manjares escondidos entre los arbustos y los pinos que al encontrarlos sentimos una alegría gratificante por la cual ha merecido la pena el esfuerzo.
Algunos consejos:
Recoger sólo las setas que se conocen PERFECTAMENTE y sean comestibles, dejaremos en el monte las que no conozcamos, todas juegan un papel vital en la naturaleza.
Solo recolectar los ejemplares maduros, dejando en el monte los jóvenes porque hay que dejarlos crecer y lo suficientemente viejos porque han perdido propiedades nutritivas y además hacen su función de esporar.
Coger la cantidad que vayamos a consumir.
No rastrillar el suelo, dejaremos al aire y destrozaremos el micelio.
Llevar siempre una cesta, no usamos bolsas de plástico ni cubos.
Dejar el monte tal y como lo hemos encontrado, mejor si es posible, los buenos seteros suelen volver con algo más que setas en la cesta (algún papel, alguna lata).
Buena suerte.
